Orgánica Digital se forma en el año 2009 como parte de una búsqueda creativa y de gestión de varias personas vinculadas el campo de la comunicación y el trabajo comunitario.
En un inicio se enfocó el trabajo conjunto en espacios como el ‘Festival Ojo al Sancocho’, en su segunda edición (2009) en Ciudad Bolívar (Bogotá) y con emisoras comunitarias de la localidad. Estos intercambios generaron nuevos proyectos, en específico El Nodo Sur, un proceso centrado en el trabajo de comunidades indígenas de territorio Caucano, donde a través de vídeo, cartografía, audio, empezó a consolidar la experiencia de Orgánica Digital.
El año 2011 se empieza a consolidar el proyecto ‘4 Ríos’, enfocado en memoria histórica del conflicto armado, y aunque en sus inicios su desarrolla toma varios años, lo que al final se traduce en varios premios nacionales e internacionales. El lanzamiento de este proyecto se realiza en 2015, con un recorrido que va desde instituciones públicas, privadas, eventos y encuentros.
En paralelo se origina el año 2014 Dulce y Salada, un proyecto artístico que toma como marco de trabajo en la Ciénaga Grande del Magdalena, desarrollándose en casi siete u ocho años. Para ello se desarrollan sendos contenidos en música, texto, web y las fotografías de Jorge Panchoaga.
El 2019 desarrollamos el proyecto ‘Cuál es tu Paz’, enfocado en el trabajo con jóvenes de instituciones educativas de la ciudad de Bogotá en un espacio piloto que recogió la voz de varios estudiantes en torno a sus propias visiones de la creación y consolidación de la paz en el país.
Esta línea temporal no contiene exposiciones, charlas, simposios, talleres, encuentros, entrevistas o proyectos más breves, sin embargo da cuenta de los distintos alcances que tiene nuestro grupo de trabajo al enfocarse en desarrollos propios y en el trabajo con aliados.
Por otra parte, los últimos cuatro años Orgánica Digital ha trabajado en conjunto con universidades, colegios, laboratorios, para intentar aproximarse a la cultura digital desde nuevas perspectivas, incluyendo elementos tecnológicos, pero más allá, elementos de observación crítica que permitan construir visiones desde el contexto local, territorial, nacional.
Esperamos servir otros diez años a aquellas comunidades y territorios que se permitan mirar la relación entre tecnología y cultura de forma activa, crítica y constructiva.